Carlos Graterol
17 de oct de 2023
Las compañías ahorran costos recortando en servicios, materiales y calidad, lo que a menudo se traduce en una experiencia deficiente para el cliente, pero sin cambios visibles en los precios
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En medio de la creciente inflación, una tendencia oculta está afectando a los consumidores en todo el mundo, y la mayoría ni siquiera lo nota. Se llama "skimpflation" o "reduflación", y es una práctica en la que las empresas reducen la calidad y disponibilidad de productos y servicios, manteniendo los precios aparentemente estables. A pesar de que los precios de las materias primas siguen aumentando, las compañías ahorran costos recortando en servicios, materiales y calidad, lo que a menudo se traduce en una experiencia deficiente para el cliente, pero sin cambios visibles en los precios.
Este fenómeno se manifiesta de diversas maneras. En los supermercados, los productos en los estantes son cada vez más pequeños, pero los consumidores pagan el mismo precio. Además de la reducción de tamaño, los fabricantes de alimentos modifican la calidad de los productos, sustituyendo ingredientes costosos por otros más baratos y de menor calidad, sin cambiar los precios o incluso aumentándolos. La skimpflation también afecta a los servicios, con menos trabajadores en las tiendas y restaurantes, lo que se traduce en una experiencia más lenta y degradada para los clientes.
Esta práctica se ha vuelto aún más evidente en la industria de la hospitalidad, donde los hoteles mantienen precios estables, pero reducen servicios como la limpieza de habitaciones, que ahora se ofrece solo a pedido. Incluso en lugares emblemáticos como los parques de Disney, los visitantes se vieron afectados cuando la compañía redujo los servicios de tranvía hacia y desde los parques, lo que los obligó a caminar largas distancias.
El problema radica en que los cambios suelen pasar desapercibidos para los consumidores. Es más fácil notar una bebida más pequeña en el supermercado que saber si la cafetería local cambió a ingredientes de menor calidad. Algunos fabricantes de helados, por ejemplo, han reducido costosos ingredientes lácteos y los han reemplazado por sustitutos más baratos, como agua y edulcorantes.
Los expertos sugieren que los consumidores deben ser más conscientes y comparar precios para detectar a las empresas que practican la skimpflation. A pesar de esta tendencia, aún existe un mercado para la calidad, especialmente en industrias donde la competencia basada en altos estándares es esencial. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la calidad a menudo conlleva un precio más alto. En un mundo marcado por la skimpflation, los consumidores deben ser astutos y conocedores para obtener el máximo valor de sus bienes y servicios. Fuente: BBC
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