Carlos Graterol
1 de nov de 2023
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El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha desplegado alambre de púas en la frontera con Nuevo México como parte de su campaña para frenar la inmigración indocumentada, lo que ha desencadenado una lucha silenciosa con el gobierno de Joe Biden. La Comisión Internacional de Límites y Aguas (IBWC), encargada de administrar los tratados sobre límites y aguas entre Estados Unidos y México, ha comunicado a la Guardia Nacional de Texas que están "invadiendo propiedad federal".
La IBWC ha expresado su preocupación de que esta actividad podría resultar en violaciones de leyes federales, acuerdos internacionales y problemas hidráulicos en la llanura de inundación del río Grande. Aunque la IBWC no especifica el alambre de púas en su carta, el representante demócrata de Nuevo México, Gabe Vásquez, afirmó que se había instalado sin su conocimiento o aprobación.
El río Grande es el epicentro de varios tratados sobre límites y aguas entre Estados Unidos y México, y la IBWC aplica estos acuerdos para el beneficio de la población en ambos lados de la frontera, incluyendo la distribución del agua y la preservación del río. Abbott confirmó el despliegue de la barrera durante un discurso en Nueva York, señalando que estaban construyendo "barreras fronterizas entre Texas y Nuevo México".
El representante Gabe Vásquez, junto con la IBWC, ha instado a la retirada inmediata de la barrera, alegando que es inconstitucional y va en contra de los intereses de Estados Unidos. La IBWC ha pedido a Texas que cumpla con siete requisitos, incluyendo una carta de solicitud de permiso, y que coordine cualquier actividad futura con México según los tratados internacionales. Hasta la fecha, Texas no ha cumplido con estas solicitudes.
Esta lucha fronteriza es la última de una serie de disputas entre Texas y el Gobierno de Biden a medida que el aumento de la inmigración pone a prueba los recursos estatales y federales. Abbott lanzó la Operación Estrella Solitaria en marzo de 2021, la cual busca frenar la inmigración ilegal y ha llevado a la instalación de kilómetros de barreras fronterizas en la región del río Grande. En julio, el Departamento de Justicia demandó a Texas por instalar boyas fronterizas en el río Grande y pidió su retirada. Aunque un juez ordenó que se quitara, el Tribunal de Apelaciones del 5.º Circuito de Estados Unidos permitió que permaneciera mientras estudian el caso.
Esta lucha en la frontera pone de manifiesto las tensiones crecientes entre el estado de Texas y el gobierno federal en relación a la inmigración y los límites de propiedad federal. Las consecuencias de esta batalla silenciosa siguen siendo inciertas, pero claramente muestra la complejidad de los desafíos que rodean la inmigración y la seguridad fronteriza en Estados Unidos. Fuente: CNN
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