Carlos Graterol
3 de nov de 2023
El nuevo enfoque hacia Venezuela busca abordar tanto la crisis migratoria como la situación política en el país sudamericano
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El Gobierno de Joe Biden ha implementado una nueva estrategia hacia Venezuela en un esfuerzo por frenar la migración masiva y estabilizar el país, que ha estado lidiando con agitación económica y política bajo un régimen autoritario. Las condiciones precarias han llevado a más de 7,7 millones de personas a huir de Venezuela, lo que constituye el mayor desplazamiento en el hemisferio occidental.
Este éxodo masivo plantea un desafío significativo para la administración de Biden, especialmente en lo que respecta a la gestión de la frontera entre Estados Unidos y México. La preocupación por la migración también ha generado inquietudes entre los aliados a nivel nacional, lo que llevó a los alcaldes de Chicago y Denver a reunirse con altos funcionarios de la Casa Blanca para abordar la afluencia de inmigrantes en sus ciudades.
En el marco de este enfoque más amplio, el presidente Joe Biden se ha reunido con líderes del hemisferio occidental con el objetivo de frenar la migración, establecer vías legales hacia Estados Unidos y fortalecer las economías regionales. La situación en Venezuela ha sido un tema central de discusión debido al aumento de la migración y las próximas elecciones en el país.
La flexibilización de las sanciones a Venezuela dependerá de la capacidad del país para llevar a cabo elecciones competitivas en 2024, aunque muchos dudan de que puedan ser justas en el clima político represivo actual. La administración de Biden ha suavizado su postura sobre Venezuela y comenzado a retirar sanciones impuestas bajo la presidencia de Donald Trump, considerando que las sanciones paralizantes perjudicaban al pueblo venezolano y contribuían a la migración.
Este cambio de enfoque equivale a un giro radical con respecto a la administración anterior, que tomó medidas drásticas, como la prohibición de que los estadounidenses hagan negocios con Venezuela y la congelación de activos relacionados. Sin embargo, ahora la estrategia se centra en apoyar un resultado electoral en Venezuela.
La flexibilización de las sanciones es una muestra de que el estado de ánimo en la región ha cambiado, y se espera que Venezuela regrese a la comunidad internacional. La migración venezolana ha planteado problemas en varios países de la región, lo que ha agotado los recursos y ha generado tensiones políticas.
El gobierno de Biden también ha anunciado planes para reiniciar las deportaciones de venezolanos directamente a su país, marcando un avance significativo en la política de inmigración. A cambio, se ofrecen vías legales y permisos de trabajo a ciertos venezolanos que ya se encuentran en Estados Unidos.
El nuevo enfoque hacia Venezuela busca abordar tanto la crisis migratoria como la situación política en el país sudamericano, con la esperanza de que se celebren elecciones competitivas en 2024 y se logre la estabilidad en la región. Fuente: CNN
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