Anabel Uzcátegui
31 de jul de 2023
Por más que avance la tecnología, hay aspectos en los que la IA aún no puede igualar a la humanidad
Los rasgos de la humanidad no son fáciles de replicar y esto ha quedado claro con las limitaciones que aún tiene la inteligencia artificial al tratar de recrearlos.
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Las inteligencias artificiales superan la prueba de Turing (evaluación de la capacidad de una máquina para exhibir un comportamiento inteligente). Sin embargo, cuando se trata de mostrar un comportamiento totalmente humano, aún quedan áreas que no pueden replicar totalmente.
Espontaneidad en la inteligencia artificial
Uno de los aspectos destacables que nos separa a los humanos de las inteligencias artificiales es la espontaneidad, en otras palabras, lo que es conocido como el impulso.
El ser humano es espontáneo creador de todo, a partir de la historia personal, crea nuevo conocimiento, historias, experiencias y demás. Sin embargo, no hay inteligencia artificial que cause estas cosas o realice acciones espontáneamente.
Valores éticos
La inteligencia artificial y las máquinas no tienen ética per se, hay que inculcársela. Ellas solo siguen parámetros preestablecidos, reglas claras y precisas de lo que deben hacer.
Por su parte, el ser humano dispone de un reglamento (constitución, leyes, religión, etc.) de lo que debe hacer. Sin embargo, la ética va más allá de esto, ya que tiene que ver con la capacidad de discernir entre el bien y el mal, y es algo que las personas pueden hacer.
La intención solo puede ser humana
Otro aspecto importante es la intención, y la intención de la acción humana está intrínsecamente relacionada con la moralidad. Así que no se puede separar la intención de la acción en sí misma al determinar si un acto es moralmente correcto o incorrecto.
Al carecer de ética y de moral, la inteligencia artificial carece de intención. La intención sigue circunscrita al programador.
Sin remordimientos ni problemas psicológicos
La IA carece de experiencias, historia, psicología y problemas psicológicos. Debido a ello, no tienen remordimientos de sus actos (fundamental en lo ético y moral). Asimismo, no tienen sentimientos ni opinión propia, porque nada les es inherente. Esto es algo que, sin duda, dista de lo que es el ser humano.
Fuente: BBC
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