Carlos Graterol
12 de dic de 2023
La sencilla pero significativa tradición de dejar leche y galletas para los personajes navideños perdura como un hermoso gesto de gratitud y generosidad que conecta las celebraciones modernas con sus raíces históricas en Países Bajos
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La costumbre de dejar leche y galletas para Papá Noel y los Reyes Magos durante la Navidad tiene sus raíces en una antigua tradición que se remonta al siglo XIII en Países Bajos. Aunque no se conoce con precisión el origen exacto de este gesto, su evolución y significado han perdurado a lo largo de los siglos.
En la época navideña, especialmente para los más pequeños, la ilusión y la expectativa de recibir regalos de Papá Noel o los Reyes Magos son motivo suficiente para expresar gratitud de una manera especial. La tradición de dejar leche y galletas como muestra de agradecimiento por los obsequios recibidos se ha arraigado en numerosos hogares alrededor del mundo.
El rastro de esta costumbre se encuentra en el siglo XIII, en Países Bajos, donde ya existía la práctica de ofrecer un tipo de obsequio en forma de pan de jengibre. Este pan se preparaba con miel y pimienta, resultando en un bizcocho duro con un toque dulce. En aquel entonces, este gesto de generosidad se extendía durante la festividad de San Nicolás, el 6 de diciembre.
Los habitantes de Países Bajos, tomando la idea del pan de jengibre, crearon unas pequeñas galletas conocidas como 'pepernoten', que incorporaban sabores a caramelo y nueces. Estas galletas eran destinadas a celebrar la llegada de San Nicolás, el patrono de los niños, quien según la tradición llegaba a los puertos holandeses desde España con regalos para los más pequeños, acompañado por su ayudante Zwarte Pieten.
La tradición viajó más allá de las fronteras holandesas cuando los colonos se establecieron en las costas de Estados Unidos, fusionando así dos culturas. En este nuevo contexto, los niños estadounidenses adoptaron la costumbre de dejar aperitivos a Santa Claus en la víspera de Navidad como muestra de agradecimiento por los regalos recibidos.
Así, la sencilla pero significativa tradición de dejar leche y galletas para los personajes navideños perdura como un hermoso gesto de gratitud y generosidad que conecta las celebraciones modernas con sus raíces históricas en Países Bajos.
Fuente: Marca
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