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Conoce qué es la pareidolia, el fenómeno que todas las personas sufren

Anabel Uzcátegui

27 de sept de 2023

La capacidad que tienen los seres de ver rostros en muchos objetos inanimados o superficies tiene un nombre y es un rasgo evolutivo

¿Te ha pasado que ves rostros en muchos objetos inanimados o superficies? ¡No estás solo! En realidad, es un fenómeno neuropsicológico que todas las personas sufren y se llama pareidolia.


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Seguro que te ha sucedido en más de una ocasión: ves una cara en la pared, en una mochila, en una mancha o en cualquier superficie que parece proclive para ello. No estás solo, de hecho, es tan común que desde hace años en internet proliferan este tipo de juegos que tratan de revolver de alguna forma la mente se las personas.





En este sentido, el ver caras donde no las hay tiene un nombre y se conoce como el fenómeno de pareidolia.


¿Qué es la pareidolia?


La pareidolia es un fenómeno neuropsicológico que, frente a estímulos ocasionales y ambiguos tales como manchas, nubes u objetos inanimados, una persona tiene la capacidad de reconocer en ellos patrones significativos.



Pareidolia es una palabra que deriva del griego. Es la unión de "para", que significa algo defectuoso o incorrecto, y del sustantivo "eidōlon", que significa imagen, forma o silueta.

Para ver un rostro en un objeto, el cerebro debe reconocer un patrón básico de características, pero no se trata solo de eso: la mente intenta reconocer quién es esa persona y leer su expresión, así como la información de su cara.


Algunas curiosidades de la pareidolia



Alrededor de la pareidolia hay ciertas curiosidades. Por un lado, caras como la de Jesucristo suelen tener mucho éxito a la hora de ver rostros en cosas, ¿quizá porque está grabado fuertemente en el imaginario colectivo?


Otra característica sorprendente es que los objetos no solo parecen rostros, sino que incluso pueden transmitir un sentido de personalidad o significado social. Por ejemplo, las ventanas de una casa pueden parecer como dos ojos mirándote, y un pimiento puede tener una actitud feliz.


Así que la próxima vez que vayas encontrando caras por la calle y superficies en general, no te sientas un bicho raro. ¡No te sucede solo a ti!


Fuente: El Confidencial


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