Carlos Graterol
30 de oct de 2023
La tortícolis es una afección que afecta los músculos del cuello, provocando que la cabeza se incline, gire o rote hacia un lado
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Aunque puede manifestarse por diversas razones, esta condición a menudo se asocia con cambios genéticos hereditarios o problemas en el sistema nervioso, la columna vertebral o los músculos. Sin embargo, en algunos casos, la tortícolis puede aparecer sin una causa aparente.
Los síntomas de la tortícolis incluyen la limitación del movimiento de la cabeza, dolores de cabeza, temblores en la cabeza, dolor en el cuello, asimetría de los hombros y rigidez muscular en la región del cuello. En los casos más graves, la cabeza puede estar completamente desplazada y torcida hacia un lado.
Los métodos de diagnóstico incluyen exámenes físicos que revelan la inclinación o rotación de la cabeza, así como la longitud anormal de los músculos del cuello. Para una evaluación más profunda, se pueden realizar radiografías del cuello, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas de la cabeza y el cuello, y electromiografías para identificar los músculos más afectados.
El tratamiento de la tortícolis varía según su origen. En el caso de la tortícolis congénita, se enfoca en estirar el músculo acortado del cuello, y se emplean estiramientos y posicionamientos pasivos, especialmente en bebés y niños pequeños. Estos tratamientos suelen ser eficaces, especialmente si se inician temprano. En algunos casos, cuando otros tratamientos fallan, se puede recurrir a la cirugía para corregir el músculo del cuello, generalmente en la etapa preescolar.
La tortícolis causada por daño en el sistema nervioso, la columna vertebral o los músculos se aborda identificando y tratando la causa subyacente. Las opciones de tratamiento pueden incluir fisioterapia, ejercicios de estiramiento, collarines, medicamentos como el baclofeno para reducir las contracciones musculares y, en algunos casos, inyecciones de toxina botulínica o cirugía de la columna vertebral.
Es importante comunicarse con un profesional de la salud si los síntomas no mejoran con el tratamiento o si aparecen nuevos síntomas. La tortícolis que surge tras una lesión o enfermedad puede ser grave y debe recibir atención médica inmediata.
Aunque no se conoce una forma de prevenir la tortícolis, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Fuente: Verifythis.com
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