Carlos Graterol
5 de nov de 2023
Consejos sobre cuándo y cómo debes cambiar tus sábanas para cuidar tu piel y pelo de manera efectiva
En inSouth Magazine nos preocupamos por tu bienestar, por eso te traemos esta información para cuidar y mejorar tu estilo de vida.
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El cuidado de tu piel y pelo va más allá de los productos de belleza; mantener tus sábanas limpias es esencial para tu bienestar. Aunque a simple vista puedan parecer impecables, las sábanas pueden acumular una sorprendente cantidad de suciedad en poco tiempo.
Por norma general, se recomienda cambiar las sábanas al menos una vez a la semana. Sin embargo, hay circunstancias que pueden influir en la frecuencia de cambio. Si sudas mucho durante la noche o duermes desnudo, considera cambiarlas cada tres o cuatro días. En caso de enfermedad, aumenta la frecuencia a cada dos días para eliminar bacterias y virus.
Los expertos sugieren lavar las sábanas a 60 grados centígrados para eliminar la mayoría de las bacterias y gérmenes. Consulta la etiqueta de tus sábanas para seguir las recomendaciones de lavado. Lavarlas a la temperatura más alta indicada es crucial para una limpieza efectiva.
Las sábanas de algodón, hechas de fibras naturales, son ideales para personas con piel delicada. Son suaves al tacto, transpirables y no retienen la humedad. Cuanto mayor sea el número de hilos, mejor será su calidad y durabilidad. Evita el poliéster, ya que no es tan transpirable y puede afectar negativamente tu piel.
Es recomendable lavar las sábanas nuevas antes de usarlas. Esto elimina las micropartículas residuales de la confección y asegura una sensación más agradable y suave al contacto con la piel.
Para manchas de sangre recientes, utiliza agua fría y jabón. Para manchas secas, aplica agua oxigenada, remoja en agua fría, agrega jabón, frota y enjuaga. También puedes probar con amoníaco, bicarbonato de sodio o vinagre.
La vida útil de tus sábanas depende del material, calidad y cuidados. En promedio, unas sábanas pueden durar aproximadamente 240 lavados. Si las lavas semanalmente, pueden durar alrededor de cuatro años y medio.
No mantener una rutina de cambio de sábanas adecuada puede tener consecuencias negativas, ya que en ellas se acumulan bacterias, microbios, sudor y células muertas de la piel. También pueden retener restos de productos cosméticos y fluidos corporales. Si no las lavas con regularidad, podrías experimentar irritaciones y problemas cutáneos. Además, una cama con sábanas sucias puede ser un caldo de cultivo para hongos y desencadenar reacciones alérgicas.
Recuerda cambiar la funda de tu almohada cada dos días, ya que está en contacto directo con tu cara y cabello, que acumulan más suciedad que cualquier otra parte de tu cuerpo. Finalmente, deshazte de las sábanas cuando tengan manchas persistentes, estén desteñidas, rotas o con agujeros, o cuando los dobladillos comiencen a deshilacharse. Tu piel y pelo te lo agradecerán. Fuente: El Mundo
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