Carlos Graterol
28 de ago de 2023
Tender la cama es una práctica que se te ha inculcado desde pequeño, asegurando que es esencial realizarla apenas despiertes
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Tender la cama es una práctica que se te ha inculcado desde pequeño, asegurando que es esencial realizarla apenas despiertes. Hay ventajas y desventajas en esta costumbre, y es importante que las consideres para decidir si es lo adecuado para ti.
Pros:
Orden y organización: Tener la cama tendida aporta una sensación de orden y organización a tu habitación. Visualmente, el espacio se ve más limpio y arreglado, lo que puede influir en tu estado de ánimo.
Prevención de alergias: Mantener la cama tendida ayuda a evitar que el polvo que entra por las ventanas se acumule en las sábanas, lo que podría causar alergias.
Bienestar mental: Entrar en una habitación con la cama hecha puede generar una sensación de tranquilidad y control. El ambiente ordenado puede influir positivamente en tu bienestar mental. Contras:
Ácaros y bacterias: Tender la cama de inmediato después de despertar puede atrapar la humedad entre tu piel y las sábanas, creando un ambiente propicio para la proliferación de ácaros y bacterias. Esto podría aumentar el riesgo de alergias y problemas de piel. Enfermedades: La acumulación de ácaros y bacterias en las sábanas podría desencadenar problemas de salud como asma, alergias y dermatitis. La cama tendida podría convertirse en un nido de enfermedades en lugar de ser un espacio limpio.
Insectos en el colchón: Tener la cama siempre tendida no garantiza que el colchón esté libre de insectos y ácaros. Es fundamental revisar y mantener tu colchón y almohadas periódicamente para asegurarte de que estén libres de huéspedes indeseados. La decisión de tender la cama o no dependerá de tus preferencias y necesidades. Si valoras el orden visual y la sensación de tranquilidad, tender la cama podría ser una práctica adecuada. Sin embargo, si deseas evitar la proliferación de ácaros y bacterias, podría ser mejor esperar un tiempo antes de hacerla. Recuerda que mantener una rutina de limpieza regular en tu habitación y lavar las sábanas periódicamente son acciones esenciales para mantener un ambiente saludable. Tanto si eres partidario de tener la cama hecha como si prefieres dejarla destendida, lo importante es encontrar un equilibrio que contribuya a tu comodidad y bienestar. Fuente: Unikonfort
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